Preparación:
- Prepara la base:
Tritura las galletas hasta que estén como arena fina. Mézclalas con la mantequilla derretida y presiona la mezcla en el fondo de un molde desmontable. Refrigera mientras haces el relleno. - Haz el relleno:
Bate el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla suave. Agrega los huevos uno a uno, luego la crema para batir, la vainilla, la ralladura de limón y la harina (si usas). Mezcla todo bien, sin batir en exceso. - Hornear:
Vierte el relleno sobre la base de galleta. Hornea en horno precalentado a 160 °C (320 °F) durante 45-55 minutos, o hasta que el centro esté firme pero ligeramente tembloroso. Apaga el horno y deja enfriar dentro con la puerta entreabierta. - Refrigerar:
Una vez frío, refrigera al menos 4 horas, preferiblemente toda la noche. - Decorar y servir:
Antes de servir, cubre con mermelada de frutos rojos, frutas frescas o el topping que prefieras.
Variaciones populares:
- Cheesecake sin hornear: Usa gelatina sin sabor y refrigera sin necesidad de horno.
- Cheesecake de chocolate: Añade cacao o chocolate fundido al relleno.
- Cheesecake con Oreo: Usa galletas Oreo en la base y en la mezcla para un sabor irresistible.
Consejos útiles:
- Usa todos los ingredientes a temperatura ambiente para una textura más suave.
- No abras el horno durante el horneado para evitar que se agriete.
- Si se agrieta, ¡no te preocupes! Cúbrelo con fruta y nadie lo notará
Este pastel de queso es perfecto para celebraciones, cenas especiales o simplemente para darte un gusto. Una vez que lo prepares, ¡seguro querrás repetir!